La evolución no se puede simular en el laboratorio, pero lo que si está claro que es que hay claras evidencias de la evolución
- Primera Prueba.
Pruebas biológicas: son las que se pueden reproducir en un laboratorio. Podemos trabajar con microorganismos, es decir, organismos cuya vida sea suficientemente corta. Con este tipo de organismos podemos ver como varía una característica biológica a lo largo del tiempo. Un ejemplo claro es la resistencia bacteriana a los antibióticos
Estas son unas mariposas que ayudaron en la primera prueba. Su nombre es Biton Betularia. Había dos tipos las blancas y las negras. Había más blancas porque se camuflaban y así no podían ser comidas por los pájaros.
- Segunda Prueba.
Pruebas paleontológicas: estudiando los fósiles se puede ver cómo se transforman en el tiempo los caracteres biológicos para dar lugar a otros caracteres biológicos nuevos, es el caso por ejemplo de la transformación de las manos y los pies en pezuñas. Exactamente igual que se observa en las extremidades de los mamíferos según su modelo de locomoción.
- Tercera Prueba.
Pruebas biogeográficas: seres vivos semejantes viviendo en zonas diferentes geográficas que presentan características biológicas diferentes.
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